Tecnología de Estabilización de la Estructura Molecular (MSSPT)
La tecnología de estabilización de la estructura molecular (MSSPT) se centra en preservar la integridad estructural y la funcionalidad de las moléculas bajo condiciones exigentes y durante períodos prolongados de almacenamiento. Este proceso puede incluir la modificación de la propia molécula, la optimización de las condiciones de almacenamiento o el uso de componentes auxiliares que protejan a las moléculas de la degradación.

Etapas principales del proceso:
1. Modificación de la molécula:
Ingeniería química y genética: Incluye la alteración de la estructura o composición de la molécula para hacerla más resistente a la degradación. Por ejemplo, el entrecruzamiento de proteínas para evitar su desnaturalización o la modificación para reducir su susceptibilidad a reacciones químicas.
Modificación química: La introducción de grupos protectores o la alteración de los sitios reactivos puede prevenir reacciones químicas no deseadas y la degradación.
2. Optimización del entorno de almacenamiento:
Liofilización (secado por congelación): Este método elimina el agua de la muestra, lo que ayuda a preservar la estructura y evitar la degradación durante el almacenamiento.
Almacenamiento en contenedores especializados: El uso de envases que protegen contra la luz y el oxígeno puede resguardar a las moléculas de la fotodegradación o la oxidación.
Sistemas de liberación controlada: Estos sistemas mantienen una concentración constante de la molécula terapéutica, pero introducen desafíos adicionales relacionados con la estabilización a largo plazo.
3. Uso de componentes auxiliares:
Buffers: Ayudan a mantener un pH estable, esencial para muchas reacciones químicas y procesos biológicos.
Antioxidantes: Estos aditivos pueden prevenir o reducir la degradación oxidativa, una causa común de inestabilidad molecular.
Agentes estabilizantes: Ayudan a evitar la agregación, precipitación u otras formas de degradación.
4. Comprensión de las interacciones moleculares:
Equilibrio termodinámico: Comprender las interacciones entre la molécula y su entorno es clave para desarrollar estrategias de estabilización efectivas.
Detergentes para proteínas de membrana: Detergentes especializados, como los desarrollados para estabilizar proteínas de membrana, ayudan a mantener su estructura en solución.
Simulaciones moleculares: Técnicas como la dinámica molecular pueden proporcionar información valiosa sobre la estabilidad y el comportamiento de las moléculas.
5. Ejemplos de técnicas de estabilización:
Estabilización de proteínas: Las estrategias incluyen la formación de enlaces disulfuro, el uso de agentes estabilizantes o chaperonas, y la introducción de mutaciones estabilizantes.
Estabilización de polímeros: Los métodos incluyen la adición de antioxidantes o el uso de minerales arcillosos modificados que evitan la degradación del polímero.
Estabilización de propelentes: Los estabilizadores son esenciales para prevenir la descomposición de los propelentes y garantizar su funcionamiento seguro y fiable.
Pen Peptide – Estabilización Molecular Comprobada
Nuestros bolígrafos con péptidos están desarrollados con especial atención en preservar la actividad biológica y la estabilidad estructural de los principios activos. Gracias a procesos de estabilización minuciosamente estudiados —que incluyen la optimización del entorno de almacenamiento y la modificación precisa de la estructura molecular— logramos una durabilidad y fiabilidad excepcionales bajo condiciones adecuadas.
La tecnología MSSPT (Molecule Structure Stabilization Process Technology) que utilizamos incorpora múltiples enfoques para preservar la integridad molecular, incluyendo el uso de buffers adecuados, antioxidantes y agentes estabilizantes. Esta tecnología permite integrar múltiples moléculas activas en un volumen reducido, sin comprometer su integridad estructural ni eficacia biológica. La optimización adicional de las condiciones de almacenamiento —como el control del pH y la prevención de la fotodegradación y la oxidación— garantiza la máxima estabilidad y bioactividad de los péptidos.
Estas medidas de precisión aseguran que el producto final sea eficaz y estable, incluso tras largos períodos de almacenamiento, permitiendo un uso fiable y seguro en distintos protocolos de investigación.